Enfrentar el 2014 ha sido extraño. El
2013 pasó tan relajado, tan tranquilo que estos 28 días del 2014, me han dejado
atónito con un sabor extraño en la boca. La felicidad inicial se transformó de
apoco en una incertidumbre dura de tragar. Ya a lo mejor no es tanto, pero para
alguien que disfruta de los tiempos y de demorar las cosas el cambio a la orden
del día no lo paso. Soy lento en mis cosas me cuesta apurar el paso y eso
me gusta o por lo menos me gustaba cuando podía darme ese lujo que hoy veo no
puedo tomarlo. Santiago dejó de ser lo que era el año pasado. El surf dejó de
ser lo que era el año pasado. Enero no es tan dulce ni veraniego como el año
pasado. No olvidar respirar. Enfocar, meditar y realizar es la consigna, lo
malo se que es difícil tomar esa posición. ( ). Por suerte, tengo a K que pucha
que me quiere y me aguanta.
Enero,
