Random note

Anoche, buscando una estupidez  en mi armario encontré mi anuario del colegio. Por una razón que ahora no recuerdo lo guardé,- más bien lo escondí-, y no lo volví a mirar hasta ayer. Estaba muy fondeado dentro de una carpeta junto con mi toga y  muchos folletos de universidades a las que ya no fui y que no iría ni loco.

Me quedé pegado mirándolo harto rato, salté intencionalmente mi biografía, un par, dos pares de veces hasta que no me quedó otra. Básicamente entre muchas frases bien mierda me describían,-Quisas que nerd patético lo escribió-, como el pendejo skater super posero del curso, pero super  simpático”. Lo cual no ha cambiado demasiado...

La cosa es que tenía dos opciones; sentirme orgulloso porque sigo siendo fiel a mi mismo, es decir, sigo siendo"deportista", " medio cliché" y “simpático” - y bueno, nada ni nadie me ha hecho cambiar, por otro lado, también podía sentirme mal porque sigo siendo mas - menos el mismo que cuando tenía 17. lo que también no es muy alentador, por eso ante deprimirme o sentirme orgulloso, con tanto pros y contra opté por lo mejor. cerrar mi anuario, prender la tv y pasar por alto el dilema. 

Pasar por alto es mi nueva filosofía vida. 
Cada biografía concluía con un  supuesto; donde estaríamos todos en 5 años más. El mio era bastante impreciso y absurdo por lo que no me pude sentir fracasado. Pienso en mis compañeros a los que les esperaba un gran futuro y bueno ......  - Creo que es mucho mejor que al final nadie espere cosas de ti. Como dice el viejo en esa película que he visto muchas veces; la vida no está ni ahí con tus planes.


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Update

N,


Hay momentos que uno sabe, en el mismo instante, que son importantes. No hablo de cuando estas parado en el podio el día de la graduación o cuando alguien es elegido presidente. Hablo de cosas que te pasan sin avisar, un día cualquiera, de repente, sin aviso tu cabeza se dispara y todo se pone en cámara lenta y  piensas “esto lo voy a recordar para siempre”. Como si fueran esas fotos amarillentas en tono polaroid de esquinas redondas, esas que se usaban tanto cuando era pequeño. Los momentos así se guardan en mi mente. Cosas que tienen un sentido especial. Como esa brisa que pasaba en mi espalda mientras enterraba a mi Mj, o  el color del sol que se reflejaba en la ventana del avión durante mi último atardecer en antofagasta, o esa estrella fugaz tan grande que pasó justo cuando mantenía una conversación con kayla que sin querer reveló algo que estuvo oculto por mucho tiempo y que me dejó completamente vulnerable. Puede ser que este sufriendo de algún un síndrome nostálgico previo a mi cumpleaños , pero cuando pienso  en todas esas velas  apagadas junto a mis seres queridos estoy seguro que cuando muera veré todas esas hermosas fotos pasando a mil por hora en mi mente y al fijarme, por última vez, pensaré que la vida fue buena conmigo al final.


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