Echaba de menos el blog? La verdad no. Honestamente no a mi blog, sino a la idea de permanecer pegado al Pc estando en la playa, pero aprovechando que estoy sólo en el depto esperando a que se termine de lavar mi ropa aprovecho de escribir algo de mi último mes y medio.
Bueno, al inicio en enero no quería partir de santiago, y como todo en mi vida, ahora no quiero volver.
Primera vez que piso santiago en 5 semanas. Estoy de paso en mi casa por 3 días y me vuelvo a mi casa en maite. Si, Mi casa, por que ahora vivo ahí y continuaré ahí hasta mediados Mayo por lo menos. Y bueno, vivir en un cuchitril playero ha sido una experiencia genial, pero esta lejos de la idea con la fantaseaba en mi etapa de universitario. Vivir del surf y estar metido en algo así como un carrete 24 /7 es genial, sin duda, pero vivir en un lado sin comodidades, con zancudos y no conociendo a nadie del grupo con el viviría es una experiencia no exenta de un aprendizaje. La tolerancia, el respeto, el compañerismo toman un lugar importante, mientras que la comodidad y la privacidad puta no existen. Obvio que es grato entablar relaciones humanas tan cercanas, pero por dios que es complejo convivir con otras personas bajo un mismo techo.
En la playa comparto pieza con Martha y Janne, una polaca y la otra alemana que hablan poco, más bien nada de español, cosa que no me molesta, exceptuando ese incomodo momento del día en el que apagamos la luz y las escucho murmurar cosas en alemán abajo de mi camarote. Detalles, detalles que acepto como vivir sin califon, o aceptar que si compro algo puta todos comen. Vivir en plan comunida hipe no me molesta, pero si weas como acatar la estúpida regla de separar los desechos en papel, vidrio y plastico. 3 bolsas de basura que nadie saca excepto yo, y No el grupo de ecoturistas teen eyers que duermen en la pieza de alado, los cuales más que estar en la parada into the wild están en su versión jersey shore maitencillano. Es por ellos que he terminado carreteando tanto, creo que desde mi segundo año de universidad no lo hacia de esa manera, horrible. A favor, físicamente me he exigido al máximo. mínimo estoy al día 6 horas diarias en el mar, entre haciendo clases, nadando, pescando y obvio surfiando. No dejar de surfiar, aun cuando el cansancio que me deja hacer las 3 clases, es sin duda gracias a el Sam y la marry. Una pareja de surfistas franceses que los últimos dos años se han dedicado han recorrer Sudamérica a dedo buscando olas. Ellos viven en la última pieza y son la raja como personas. El día que llegue a la casa me prepararon una sena de bienvenida, y puta menos de 24 horas duraron todos esos prejuicios que la gente te dice de los francés. Como buen chileno la única cosa que he aprendido a decir en frances es A cut de bambu, que significa chupa el pico.. jo jo flaite . Ha pero bueno ahora se cocinar creeeps y ojo me quedan U la la! Con Sam nos hemos vuelto super amigos, uno por que somos los más viejos y los dos da la coincidencia estamos desencantados con lo que conlleva entrar al sistema. él arquitecto duro 1 año laburando en un estudio y dijo adiós a su trabajo y se vino a recorrer Sudámerica sin saber nada de español. eso para mi son Cojones. El franchute me ha demostrado que la vida en la carretera es posible, que aquello que escribía Jack Kerouac en su libro On the road más que letras, es algo real.
Por momentos me da ansiedad dejar tan de lado mi carrera, el periodismo menos - más lo quiero, pero cuando escucho hablar los temas que están viviendo mis paralelos, escucho sus conversas de oficina, más que envidia doy gracias a dios que en mi cabeza hay una correspondencia entre lo que quiero hacer, lo que me apasiona y que pueda vivir de ello. No digo estaré en esta parada por toda mi vida, no, pero si agradezco lo que me esta tocando vivir y pretendo vivir este momento "a morir", como dice Américo. Cambio y fuera.
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